Sigilosa brisa

Como un remolino
volviste en otoño y con tus vientos
devolviste las hojas a los arboles.

De mis lagrimas brotaron entonces
los frutos de un futuro presente.
Del crepitar de mis rodillas de hojalata
hiciste melodía

y joder

Qué bien sonamos cuando estamos juntos.
Qué bien sienta darme de bruces contra tus caderas
y dejarme los dientes en tus costillas.

Qué alegría
que las únicas marcas ahora
sean los arañazos en mi espalda.
¿Y cómo no exhibirlos con orgullo cada mañana
si eres la única que ha sabido vestirme de gala?

Como una brisa
te llevaste los grises
y sigilosa
devolviste el azul al cielo.

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