Sigues aquí desde que te fuiste

Sigues aquí desde aquel día,
desde que cruzaste la puerta no he dejado de verte,
no he dejado de escuchar tu melodía,
la de las cosquillas de piano.

Algunos me dijeron que podía,
que solo era cuestión de ser fuerte
pero no he dejado de sentir los pies húmedos
de la inundación que crecía
ya por encima de tus rodillas.

No he dejado de oler el café 
recién hecho  cada mañana
y las sábanas 
siguen sudando tu ausencia.
Y yo sigo aquí

 Desde aquel día,
 desde que te fuiste.

He dejado la puerta abierta
 por si venías a recoger el desastre
 y a decirme que me levante.

Por si no te habías dado cuenta
ya es demasiado tarde.

Sigo viéndote
y sigo aquí

esperándote.

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