Oasis


No lo sé.

No sé cuántas veces te lo voy a tener que decir,
Pero no tengo ni puta idea.

El oasis se está secando,
en este desierto hace ya que no llueve
y las únicas tormentas que hay son de arena.

Ya no se pueden camuflar los gritos entre los truenos
y la lluvia más que purgar, escuece.
Las huellas se embarran y no dan lugar a crear otro camino,
solo se cubren haciendo que no sepas cómo volver.

Siempre he estado aquí.

Protegido por un círculo del que no quería salir,
sumido en un falso bienestar que desaparece
con cada ráfaga de viento.

Me siento demasiado pequeño ante el infinito del horizonte
que apenas se vislumbra,
cegado por el reflejo de un sol abrasador
y sediento de algo que ni recuerdo.

Intento avanzar, pero nada cambia.

Deambulo sin rumbo
En un redundante paisaje hecho de cielo y arena
Mientras el frío de las noches es lo único
que llega a calmar
a esta alma en pena.

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