As de Corazones
Dicen que todo pasa por algo
y supongo
que aunque ese algo condicione
el mayor desastre natural de la historia
debe haber una razón
ya sea, real o ilusoria.
Existen casualidades, sí.
Pero desde luego acabar siempre
escribiendo sobre ti
no es una de ellas.
Escribir sobre tu mirada, tus
gestos...
no es un hecho del azar acabar
versando todo esto.
Versos,
que entre beso y beso se me
escapan
como los susurros en los que
solías decirme
que el mundo se podía acabar
ahora mismo,
que tú ya eras feliz.
Pero entonces ocurrió,
como una nube de desesperación y
agonía
se cernió sobre nosotros,
con sus vientos,
su calma,
como
un huracán
el tiempo.
Tiempo que perdimos y jamás
recuperaremos
intentando pegar los pedazos
de un mundo muerto,
destrozado,
hecho trizas...
Hablo de casualidades creyendo
en el destino,
del azar como si supiese de lo
que hablo
sin saber que la ludopatía se
extiende a campos más complejos que el juego.
Ludópata de sentimientos,
creyendo tener una estrategia perfecta,
contando cartas.
Esperando que este As de Corazones
bajo mi manga,
sea la última de ellas.
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