No es cuestión de gravedad, sino de peso, el caer.

Nunca había imaginado que algo así podría suceder.

Siempre pensé que estas cosas solo pasaban en las películas,
en las de llorar.

Sin embargo un día acabas viendo que todo ha cambiado
te despiertas con el único fin de volver a acostarte

(con ella.
y no está.)

Dejas de vivir,
,de soñar.

Y cuando te das cuenta ya es demasiado tarde.
Has tocado fondo, 
o eso crees,
pero sigues cayendo.

Quizás no tenga tanto que ver la gravedad
del asunto,
sino el peso
del yunque de tus actos.

Por sí solo inofensivo,
 mortal si lo que pretendes es respirar.

No veo la salida, y te juro que lo intento,

así que dime.

¿Cómo cojones llegas a la calma
si eres tú la tempestad?

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