Supongamos, que así nos va
Supongamos que estoy bien.
Supongamos que esto se cura
supongamos que no hay heridas,
pero sí cicatrices de batallas
perdidas, supongamos.
Supongamos que me lo merecí
y sepamos que es mentira,
sepamos
que creí todo lo que decías
y supongamos que en realidad eras tú la cohibida.
Sepamos que las de las alas también son las arpías
y supongamos que la caída te destrozaría a ti.
Porque nadie se imaginaría que yo lo hiciese tan-bien.
Supongamos que los arañazos son de pasión
y no de garras,
ni agarres, ni desplantes
los árboles que nos ayudan a respirar,
y sepamos que el humo ahoga mientras suponemos su toxicidad.
Sepamos que se mueren de curiosidad, los que suponen.
Porque saber es difícil
y a ellos siempre les ha gustado más suponer
y tocar los cojones.
Comentarios
Publicar un comentario